Los científicos han constatado que estos animales se sonrojan ante gusanos de harina y se vuelven escarlatas durante la experiencia negativa de la captura, aunque suelen tener una «percepción positiva y tranquila» de los humanos
Las gallinas también se ruborizan con las emociones, según ha constatado un equipo de investigadores franceses. Este es un hallazgo que puede abrir nuevas pistas para estimar el bienestar de los animales.
Estas aves sienten «sonrojos más o menos importantes en función de su estado emocional», indica el Instituto francés para la Agricultura, la Alimentación y el Medioambiente (INRAE) en un comunicado el martes citando un estudio publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science.
Gracias a un programa de imágenes y a 18.000 fotografías de seis gallinas de raza Sussex observadas en todo momento durante tres semanas, los investigadores del INRAE pudieron diferenciar matices de sonrojo en esta especie de gallináceas reputadas por su puesta de huevos. | @abc
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