Los videojuegos enganchan. Es una realidad y, si bien los que jugamos a títulos de alto presupuesto apenas pagamos por el juego en cuestión y, como mucho, cierto contenido adicional, hay toda una economía digital y de pagos pequeños en los juegos free to play que asusta. Por ello, cada tanto se suceden noticias de algún niño que ha gastado los ahorros de sus padres comprando skins en Fortnite, pero esta noticia es aún más curiosa: un sacerdote estadounidense ha gastado 40.000 dólares en Candy Crush, y otros juegos como Mario Kart Tour, y se lo ha cargado a la cuenta bancaria de su iglesia.
Debemos poner el ojo, en este caso, en Pottstown, Pensilvania. Allí, y como mencionan en Kotaku, el reverendo Lawrence Kozak ha sido acusado de robo y otros delitos relacionados después de, supuestamente, utilizar una tarjeta de crédito de su iglesia para realizar compras en juegos móviles durante tres años. Según informes del Philadelphia Inquirer, poco después de que Kozak se uniera a la congregación, en 2019, comenzó a reflejar su adicción a los videojuegos en la cuenta bancaria de la iglesia, donde hacía compras menores sin que llamase la atención.
3 años gastando los fondos parroquiales en microtransacciones
No sabemos si el cura tenía acceso a las gestiones bancarias y podría eliminar las transacciones para que ningún alto cargo arquease la ceja al ver «compra en Activision Blizzard King» tras pasar por caja con Candy Crush, pero había registrado, por todo el morro, su cuenta personal de la Apple Store para adquirir contenidos en juegos free to play. Además, se encontraron registros de una cuenta de Amazon conectada a la misma cuenta a través de la cual Kozak utilizó fondos de la iglesia para comprar regalos, incluida una tablet Amazon Fire para su ahijada, acompañados de una nota firmada por «de tu tío Larry».
En una entrevista con la policía en 2022, Kozak admitió haber gastado miles de dólares en artículos para «potenciarse» en juegos móviles, pero negó haber utilizado intencionalmente la tarjeta de crédito de la iglesia para realizar estas compras. Fue destituido de su cargo en la iglesia en noviembre de 2022 después de que una investigación interna revelara su adicción a los juegos y el uso indebido de fondos de la iglesia con un gasto total de 40.000 dólares.
Sin embargo, hace apenas dos semanas, Kozak fue arrestado tras ser acusado de robo y puesto en libertad poco después tras pagar una fianza de 250.000 dólares. Mientras su abogado está revisando los cargos presentados en su contra de cara a recurrir a instancias superiores, el ex-sacerdote ha enviado un cheque de 8.000 dólares con el mensaje «reembolsos parroquiales» al nuevo cura de la iglesia, con una nota de disculpa prometiendo devolver todo el dinero adeudado a la iglesia.
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