La aspirante que este fin de semana participa en el certamen, ha recibido un aluvión de críticas de su país, con el 98% de la población negra
En todo concurso que se basa en cuestiones no matemáticas siempre hay quien suele pensar que el ganador lo es de manera injusta. No hay cronómetro o VAR que pueda determinar quién ha realizado la mejor interpretación o el mejor dibujo o quién es el mejor caracterizado en una fiesta de disfraces. En muchos casos todo suele ser cuestión de subjetivismo.
Ocurre lo mismo con los concursos de belleza, que en los últimos años han perdido interés, en parte por el rechazo de algunos por ser espacios en los que se promocionan solo unos determinados cánones y por ser sexistas, pero que siguen celebrándose en muchos países. Uno de los que sigue viviendo ediciones, a pesar de las críticas, es el concurso de Miss Universo, que precisamente celebra este fin de semana su final.
En uno de sus certámenes previos, el que se hizo en Zimbabue para elegir a su representante, se abrió hace unas semanas la polémica por la candidata elegida. El título a la mujer más bella del país surafricano recayó en Brooke Bruk-Jackson, una joven de 21 años de Harare (la capital del país), y su coronación ha despertado una gran controversia.
Una cuestión racial
El motivo es evidente: era la única participante blanca entre las 25 aspirantes y además lo es en un país en que claramente la población es negra. Por todo ello, muchos han visto su elección, como mínimo, sospechosa. «No nos representa», lamentaron muchos ciudadanos, dando por hecho que el concurso se resolvió en base a «prejuicios raciales».
«Es trágico y decepcionante», comentaron otras voces, llegando a decir que Brooke era «una extranjera» en su propio país y que muchos «antepasados se están revolviendo en sus tumbas» con lo ocurrido. Según medios locales, se estima que la población blanca allí es solo del 2%, por lo que muchos entienden que no es una buena representante del país.
La situación ha llevado, sin embargo, a que algunos hayan salido en defensa máxima de Brooke. «¡Ella es zimbabuense, y punto!«, apuntan algunos comentarios en redes sociales, que lamentan que sus compatriotas tienen opiniones »vergonzosas y repugnantes«.
En todo caso, y quizás porque ella veía a venir que se liaría en su país si resultaba la ganadora, durante el concurso, a preguntas del jurado, ella defendió que esperaba que «cualquiera que entre en mi vida se sienta inspirado y transformado no por mi aspecto, sino por lo que hay dentro de mi corazón«. Ajena a la polémica, Brooke será una de las protagonistas en el concurso mundial, que celebra este fin de semana su 72ª edición en El Salvador.
Via: Noticia
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