La tensión entre Luis Ventura y Jorge Rial volvió a ocupar el centro de la escena mediática luego de un episodio que dejó a todos los espectadores boquiabiertos. Durante una emisión reciente de Polémica en el Bar, el presidente de APTRA lanzó una frase que no tardó en convertirse en tema nacional y que dejó en evidencia que la relación entre ambos periodistas sigue tan rota como hace años.
Todo ocurrió en medio de una conversación que inicialmente parecía rutinaria, pero que de un momento a otro se transformó en un cruce cargado de subtextos y advertencias. Ventura, visiblemente molesto, aseguró que guarda información vinculada al pasado de Rial. Pero lo más fuerte no fue el contenido en sí —que nunca detalló—, sino el tono con el que lo dijo. “Si yo hablo, se arma”, lanzó primero, para luego redoblar la apuesta con una frase que encendió todas las alarmas: “Si abro la boca, lo complico”.
En ningún momento Ventura mencionó delitos ni brindó datos concretos, pero su comentario fue suficiente para instalar un clima de enorme expectativa. No se trató de una acusación directa, sino de un mensaje cargado de tensión que dejó entrever que aún conserva material sobre su excompañero de Intrusos, con quien compartió años de trabajo y también un vínculo personal que terminó en una ruptura abrupta.
La conversación subió de tono cuando uno de los participantes de la mesa, Diego Moranzoni, hizo referencia a la delicada situación judicial de Morena Rial, hija del conductor. Según el panelista, el conflicto personal entre Rial y Ventura se habría intensificado en paralelo a la crisis familiar que atraviesa el exconductor. Aunque este comentario fue presentado como una opinión de Moranzoni, el clima se volvió más tenso.
Ventura, lejos de engancharse con esa afirmación, decidió no avanzar y respondió con una frase seca, pero no por eso menos contundente: “No me hagas hablar”. Su postura generó aún más especulaciones, pero dejó en claro que no tenía intención de sumar declaraciones que pudieran interpretarse como ataques personales o afirmaciones sin sustento.
El periodista también expresó su hartazgo ante el revuelo mediático que se genera cada vez que se lo vincula a Rial. Según comentó, recibe mensajes y presiones para que revele información o tome posición pública, algo que aseguró no estar dispuesto a hacer. “Me están cansando, me escriben todo el tiempo”, manifestó mientras mostraba su teléfono, explicando que recibe numerosos mensajes sobre el tema. Añadió incluso que ha recibido advertencias y comentarios agresivos, aunque evitó profundizar.
La disputa entre ambos periodistas lleva más de una década, marcada por acusaciones cruzadas, resentimientos y episodios mediáticos que dejaron huella en el espectáculo argentino. Sin embargo, pese al fuerte impacto de sus palabras en el programa, Ventura buscó bajar el tono al cierre del debate: “No soy alguien que anda divulgando cosas”. Una frase que pretendió frenar la escalada, aunque muchos interpretaron que abría más interrogantes de los que cerraba.
Lo cierto es que la histórica grieta entre Ventura y Rial sigue más viva que nunca, y cualquier gesto, frase o insinuación entre ambos tiene inmediato eco en el mundo del espectáculo. Por ahora, ninguno de los dos profundizó en detalles y todo lo dicho se mantiene en el terreno de los comentarios televisivos, sin denuncias formales ni acusaciones concretas.
Mientras tanto, el ambiente mediático permanece atento a cada movimiento. La sensación es la misma: cualquier chispa podría volver a encender una de las rivalidades más intensas del espectáculo argentino.
