
Todo comenzó con la compra de un MacBook Air M1 por 200 dólares estadounidenses. Este modelo específico cuesta unos 400 dólares reacondicionado, y a pesar de sus años, sigue siendo una alternativa muy interesante para ingresar al universo Apple sin entregar un riñón como parte de pago.
Pero el equipo que recibió Hugh Jeffreys tiene la pantalla dañada, y su reemplazo nuevo puede costar más que el portátil entero. En este punto, sus alternativas son cuatro: No hacer nada, buscar un módulo usado, convertir al ordenador en headless… o aceptar el sufrimiento que demanda cambiar el panel.
¿Por qué es tan difícil cambiar el panel de un MacBook M1?
La respuesta es tan simple como irritante: Apple no quiere que hagamos eso, pero Cupertino no está solo. Portátiles x86, smartphones, tablets, monitores… reemplazar una pantalla debería ser algo natural, sin embargo, lo único que encontramos es un infierno de cristal y pegamento. Hugh trató de evitar ese problema al comprar un panel completo en AliExpress, pero lo que recibió fue una pantalla con apenas 0.8 milímetros de espesor, y todos sus cables flex expuestos. Un estornudo, y termina en la basura.
Hugh indica que es posible retirar el panel sin tener que extraer antes la placa base (algo recomendado por Apple), pero los problemas ni siquiera han comenzado. El marco que dice «MacBook Air» sale con calor… y es de plástico. La junta del perímetro debe permanecer intacta para ser reutilizada más tarde, y hay doce tornillos en la parte inferior. Como si eso fuera poco, no hay manera de que el panel dañado siga en una pieza (no olvidemos, 0.8 milímetros), y algunas láminas del backlight se arruinaron. La contaminación es otra enemiga natural: Cualquier partícula extraña se verá a través de la pantalla.
En resumen, Hugh hizo un sólido trabajo aquí, y terminó ahorrando unos 100 dólares… pero con estas condiciones extremas, la reparación es imposible de recomendar.