Lo que necesitas saber:
Dentro de la cosmogonía maya existen ciertas criaturas terribles que aún en la actualidad llegan a ser temidas por los habitantes de la región.
Cada cultura del mundo tiene su mitología, en la que antiguamente las diferentes potencias de la naturaleza eran relacionadas con deidades y criaturas que no exactamente pertenecían a este plano terrenal y se manifestaban a su manera en nuestro mundo. Los mayas tenían sus dioses, así como sus entes oscuros y demoniacos. Estos son los 5 monstruos más macabros de la cosmogonía maya, y la gente aún cree en su existencia.
La imaginación de los pueblos antiguos le daba representaciones muy particulares a elementos como el fuego, la fertilidad de la tierra o el agua y las tormentas. Y los fenómenos terribles e inexplicables y relacionados con la muerte y la enfermedad también tenían también sus oscuros representantes.
En la cosmogonía maya se habla de los señores de Xibalbá, el mundo subterráneo habitado y dominado por las deidades de la enfermedad y la muerte. Además, existen diferentes criaturas que suelen aterrorizar a todo aquel que llega a cruzarse en su camino. Estas son algunas de ellas.
5 monstruos de la cosmogonía maya
Ah Puch
Su nombre significa “el descarnado” y es una de las principales deidades del pueblo maya al ser el rey del inframundo y sus nueve niveles. Ah Puch está relacionado con la muerte y también se le conoce como Kisín, Yum Kimil o Cimi. Su cuerpo representado por un esqueleto siempre está en estado de putrefacción y tiene una cabeza de jaguar
También es dios de la guerra y los sacrificios humanos. Busca a los enfermos para llevarlos al inframundo y lo acompañan el perro, la lechuza y los cascabeles, que son interpretados como símbolos de la mala suerte. Ah Puch es el equivalente al diablo de nuestra cultura.
Huay Chivo
La magia y la hechicería en la cosmogonía maya también tiene su lado oscuro y sus pactos con el diablo. La leyenda cuenta que un poderoso hechicero tenía la capacidad de transformarse en un ser mitad hombre y mitad chivo después de darle su alma a Kisín, el diablo de esta cultura. Huay Chivo (o chivo brujo) es un ser similar a los nahuales de los mexicas.
Dicen que los que se encuentran con este ser en el camino deben desviar la mirada y si no lo hacen, a las pocas horas tendrán fiebre y malestares. Según cuentan, esta criatura se alimenta de gallinas y ganados y vive en los bosques y montes más oscuros. Cuando se acerca se puede sentir un gran frío y un olor desagradable.
Sincinito
Esta criatura que, según dicen, habita en el sur de Yucatán, es una especie de Pie Grande del Mayab. También se le conoce como Wa’paach y su nombre significa “el que camina en reversa”. La gente teme su presencia, pues dicen que se le puede ver desde el atardecer, caminando hacia atrás entre la maleza con largas zancadas.
A veces es más alto que cualquier ser humano y otras es mucho más pequeño. Su cuerpo está lleno de pelo y muchos pobladores de estas selvas yucatecas sudan frío de sólo recordar la posible aparición de este monstruo macabro de la región.
Dtundtuncán
Su nombre significa “el que va por el cielo” y es conocido también como Kakaschuch o “pájaro del mal”. Es un ave mitológica maya que tiene una sola pata y lleva las cuencas de sus ojos vacías. En vez de cantar emite un graznido terrible como el del cuervo. Otro de los monstruos más temidos de la cosmogonía maya.
Es temido porque espera la hora de dormir de los niños pequeños para entrar a su hogar y envenenarlos con un viento mortal para después alimentarse de ellos. Su presencia es un presagio mortal y se dice que tenía sus nidos cerca de Uxmal y Chichen Itzá, pero decidió retirarse a lo profundo de la selva.
Aluxes
Otros de los seres más conocidos de la mitología maya son los aluxes. Pequeños duendes que son invisibles para los humanos, encargados de cuidar las milpas, la selva y los cenotes. Famosos por sus travesuras, se encargan de perder a los viajeros, mover las cosas a otro lugar y hacer sonidos para asustar a la gente que invade su territorio, a los que pueden llegar a aterrorizar.
Aunque pueden ser temidos, también llegan a ser bondadosos con los campesinos y la gente que les dejan ofrendas. Ellos deciden si quieren ser vistos y según cuentan, tienen el tamaño de un niño pequeño, pero su aspecto es el de un anciano con una larga barba. Se les considera como seres que han sobrevivido al paso del tiempo y la civilización.
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