El caso de Mia O’Brien está rodeado de incógnitas y ha puesto a su familia en una desesperada campaña internacional.
La estudiante británica de Derecho Mia O’Brien, de 23 años, ha sido condenada a cadena perpetua en Dubái tras ser encontrada con 50 gramos de cocaína en su apartamento. La sentencia, que en Emiratos Árabes Unidos equivale a 25 años de cárcel, ha provocado una ola de indignación en Reino Unido y una campaña desesperada de su familia para conseguir apoyo legal y financiero.
Según reveló el diario británico ‘The Sun’, el proceso judicial ha dejado tras de sí varias incógnitas y ha destapado las durísimas condiciones en las que la joven debe cumplir su condena.
JUICIO EN ÁRABE Y MULTA DE 100.000 LIBRAS
La joven fue arrestada en octubre de 2024 y condenada tras un juicio de un solo día, celebrado íntegramente en árabe, lo que dificultó enormemente su defensa. Además de la cadena perpetua, recibió una multa cercana a las 100.000 libras esterlinas, según recoge el mencionado medio.
La madre de Mia, Danielle McKenna, insiste en que su hija nunca ha consumido drogas y que se trata de una víctima de amistades equivocadas. En declaraciones a The Sun, ha asegurado que su hija ha cometido un “error estúpido” que ahora la ha llevado a una de las peores prisiones del mundo.
Danielle ha lanzado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos con el fin de afrontar los gastos legales, enviar dinero a su hija en prisión y financiar futuras visitas. Sin embargo, la plataforma ha eliminado la iniciativa por violar su política sobre causas legales, lo que ha obligado a la familia a difundir sus datos bancarios personales para recibir donaciones directas.
EN LA CÁRCEL AL-AWIR, LA “ALCATRAZ DE DUBÁI”
Mia cumple condena en la prisión central de Dubái (Al-Awir), considerada una de las más duras del país. Exreclusos han denunciado condiciones extremas, como hacinamiento, falta de atención médica, torturas y abusos sexuales. Según ha recogido The Sun y otros medios como New York Post, Mia comparte celda con seis internas más y debe dormir en un colchón en el suelo. Su madre ha descrito la experiencia como “una pesadilla” que la familia apenas puede soportar.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico recuerda en sus recomendaciones de viaje a Dubái que existe tolerancia cero frente a las drogas. Incluso restos en sangre pueden considerarse delito y derivar en largas penas de cárcel. El medio británico subraya que estas normas extremadamente estrictas son habituales en Emiratos Árabes Unidos y han afectado a decenas de turistas extranjeros en los últimos años.
La familia de Mia continúa con su lucha legal y espera que se pueda presentar una apelación o solicitud de clemencia. También confían en la posibilidad de gestionar un traslado para que cumpla condena en el Reino Unido. Mientras tanto, la madre sigue pidiendo donaciones directas y apoyo social. “Está devastada. La acaban de trasladar de prisión y es un shock enorme. Solo queremos traerla de vuelta a casa”, declaró Danielle McKenna.