
Una trágica historia ha sacudido a Oregón. Blair y Taylor Edwards, un matrimonio de 37 y 32 años, han sido condenados a 30 días de cárcel por la muerte de su hijo recién nacido, a quien no llevaron al hospital pese a que presentaba síntomas graves.
El bebé, Hayden, dejó de comer y comenzó a palidecer a los dos días de vida, en junio de 2023. En lugar de acudir a un médico, los padres decidieron rezar y ungirlo con aceite de oliva, esperando un milagro. Según el fiscal adjunto Russell Amos: “Con la ayuda de Dios, nos dio también el intelecto para producir tratamientos médicos de vanguardia. Pero depositaron sus esperanzas en el aceite de oliva”.
Un informe forense reveló que el pequeño sufrió encefalopatía bilirrubínica aguda, una condición causada por ictericia grave. Aunque no se puede afirmar con un 100% de certeza, los expertos indicaron que el bebé habría tenido altas probabilidades de sobrevivir si hubiera recibido atención médica inmediata.
Los Edwards pertenecen al grupo religioso Seguidores de Cristo, ya conocido por rechazar tratamientos médicos. Desde 1990, al menos 20 niños han muerto en Oregón en familias vinculadas a esta iglesia por priorizar la fe frente a la ciencia.
