La Justicia impuso nuevas restricciones para las visitas que puede recibir Cristina Kirchner durante su arresto domiciliario. El Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) decidió limitar tanto la frecuencia como la cantidad de personas autorizadas a ingresar a su domicilio. Esta medida llega luego de una polémica reunión que la expresidenta mantuvo con nueve economistas, considerada por los jueces como una señal provocadora.
Según la resolución, la exmandataria podrá recibir hasta dos visitas por semana, con un máximo de tres o cuatro personas por encuentro, y por no más de dos horas cada vez. Para poder visitar a Cristina, quienes no están en la lista preaprobada (familiares, abogados, médicos) deberán presentar una solicitud formal ante la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, indicando la fecha, el horario y el número de visitantes.
El TOF 2 justifica el endurecimiento del régimen de visitas por la reunión que mantuvo Kirchner con esos economistas el “Día del Militante”. Para los magistrados, ese encuentro grupal no había sido autorizado previamente y representa una vulneración del protocolo establecido para su prisión domiciliaria. Como consecuencia, el tribunal incluso advierte que aplicará percibimientos en caso de incumplimiento de estas nuevas reglas.
La defensa de Cristina ya reaccionó. Sus abogados presentaron un recurso ante la Cámara Federal de Casación Penal para intentar revocar las condiciones impuestas por el TOF. Cuestionan que se limite tan severamente el acceso a su domicilio, especialmente a personas como asesores, dirigentes políticos o profesionales que asisten a la exmandataria en cuestiones administrativas. Además, consideran que la obligación de confeccionar una lista con nombres autorizados y de pedir permiso por cada visita afecta su derecho a mantener contactos personales y profesionales.
En paralelo, se ha convocado una audiencia para el 7 de julio ante la Sala IV de la Cámara de Casación (conformada por los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña), donde se discutirá si estas restricciones se mantienen o se flexibilizan. La defensa sostiene que la limitación es arbitraria y que va más allá de lo previsto por la normativa aplicable a los arrestos domiciliarios.
Desde otro lado, el TOF había establecido previamente que solo pueden ingresar sin autorización judicial quienes figuran en un listado fijo: familiares, médicos, abogados y la custodia policial. Cualquier persona que no esté en esa nómina debe pedir permiso de forma individual.
La polémica por el régimen de visitas se intensifica también por la reacción pública: después de que uno de los abogados de Kirchner difundiera la casilla del tribunal para solicitar visitas, se recibieron más de 700 correos de personas interesadas en verla. Sin embargo, el TOF no responderá individualmente a esos mensajes, ya que considera que debe ser la propia expresidenta quien gestione esas autorizaciones.
Cristina, por su parte, denunció que estas restricciones representan un “régimen de exclusión arbitrario” y cuestionó que se le impongan reglas más duras que a otros detenidos, argumentando que sus derechos políticos y sociales están siendo vulnerados.
Con esta decisión, el tribunal busca reforzar el control judicial sobre quiénes acceden al hogar de Kirchner, especialmente tras el episodio que provocó controversia, mientras que su defensa apela para recuperar una mayor libertad en sus contactos más allá del círculo restringido.
