No se sabe con certeza qué estaba haciendo Liu Chuanyi, un joven chino de 22 años, en un bosque en la frontera entre Tailandia y Myanmar, pero de alguna manera cayó en un pozo abandonado en las afueras de la ciudad de Mae Sot.
Las autoridades creen que estaba caminando por el bosque cuando se precipitó en el pozo de 12 metros de profundidad, sufriendo lesiones graves, como una conmoción cerebral y una fractura de muñeca.
Después de chillar desesperadamente durante mucho tiempo, Chuanyi comenzó a pedir socorro solo una vez cada hora para no gastar energía. Aun así, sus gritos no recibieron respuesta, no porque nadie los oyera, sino porque quienes sí lo hacían estaban convencidos de que eran los gritos de un fantasma. O_O ¡¡¡No puede ser!!!
Temerosos de ser atacados
En lugar de acercarse al pozo, los vecinos se mantuvieron alejados, temerosos de ser atacados por los espíritus. Por suerte para Liu, alguien alertó a la Policía Local sobre unos extraños sonidos que provenían del bosque y, mientras varios agentes rastreaban el lugar, localizaron el pozo en el que estaba atrapado.
La operación de rescate duró unos 30 minutos, pero el cuerpo demacrado del joven demostró lo mucho que tuvo que sufrir durante las 72 horas sin comida ni agua.
0 Comments