Bajo el nombre artístico de Bea, la hermana de Greta Thunberg publica un vídeo en plan stripper y arremete contra la industria musical sueca el mismo día en que la activista climática es detenida y deportada por Israel.
Semana movida y militante para las hermanas Thunberg. Greta (22), tan volcada ahora con Gaza como en la lucha contra el cambio climático, vio cómo la Armada israelí frustraba un nuevo intento de llegar por mar a la zona de guerra para repartir ayuda humanitaria. Beata (19) publicó un atrevido vídeo en redes donde baila en plan stripper para reivindicar el feminismo más combativo y darle fuerte en los morros al pertinaz patriarcado.
Enfundada en un pañuelo palestino y bajo un gorro muy verde, Greta fue interceptada y deportada a Suecia. En avión, para más inri, el medio de transporte que más abomina. El mismo día, el pasado miércoles, apenas tapada por un tanga rojo microscópico, en corpiño y medias de rejilla, Beata se contoneaba acrobáticamente ante la cámara y completaba su performance con una furibunda rajada contra la «mediocre» industria musical sueca.
Mientras Greta, vestida con nórdica modestia, encabeza manifestaciones, se encadena a ministerios y ocupa universidades, Beata brilla voluptuosa bajo un foco muy diferente. En vez de pancartas, luce lencería erótica, boas de plumas, corsés y botas de charol. Como acompañamiento al baile, subió a instagram una tremenda diatriba contra la música que se crea en la patria de ABBA. Una suerte de manifiesto cuasipunk donde consagra la envidia, la inseguridad y el egoísmo como la santa trinidad del éxito artístico en el país escandinavo. Según ella, la mediocridad no solo se ha convertido en modelo de negocio, sino también en una forma de terapia grupal.
«Casi todos los artistas más queridos de Suecia son mediocres», asegura de entrada. «Esto se debe a que cuando vemos a alguien que es mejor que nosotros provoca envidia. Esa envidia nos hace inseguros y esa inseguridad nos hace egoístas. Y ese egoísmo encuentra consuelo en artistas mediocres porque nos hacen sentir que nosotros podríamos hacerlo mejor».