Investigación revela que nuestro cerebro se conecta con el de nuestro perro cuando lo miramos


Un estudio reciente ha revelado que los cerebros de humanos y perros pueden sincronizarse cuando se miran. Este sorprendente hallazgo, liderado por investigadores en China, demuestra por primera vez un fenómeno conocido como acoplamiento neuronal entre especies diferentes. A través de esta conexión, las interacciones no solo refuerzan el vínculo emocional, sino que también afectan la actividad cerebral de ambos.

El estudio se realizó con la ayuda de beagles y sus dueños, utilizando electroencefalografía (EEG) no invasiva para registrar la actividad cerebral. Los resultados son una ventana fascinante hacia la compleja relación que hemos desarrollado con nuestros compañeros caninos a lo largo de miles de años.

Qué es el acoplamiento neuronal y cómo afecta al cerebro

Investigación revela que nuestro cerebro se conecta con el de nuestro perro cuando lo miramos
Nuestro cerebro se conecta con el de los perros cuando nos miran

El acoplamiento neuronal se refiere a la sincronización de la actividad cerebral entre dos individuos durante una interacción social. Este fenómeno se ha observado previamente en humanos y otros animales de la misma especie, como primates y murciélagos. 

Sin embargo, el reciente hallazgo demuestra que también puede ocurrir entre humanos y perros, lo que abre nuevas posibilidades para comprender mejor la conexión emocional y del cerebro entre estas dos especies.

El experimento consistió en evaluar diferentes escenarios de interacción. En un primer momento, humanos y perros estuvieron aislados, sin contacto visual ni físico. Luego, se permitió que se miraran y acariciaran. Fue en este último escenario cuando se registró una sorprendente sincronización en las áreas del cerebro relacionadas con la atención.

La sincronización neuronal se hizo más evidente a medida que los participantes pasaban más tiempo juntos. Esto sugiere que la familiaridad y la conexión emocional desempeñan un papel crucial en la intensidad de esta conexión cerebral. Cuanto más fuerte es el vínculo entre el humano y su perro, mayor es la alineación de sus cerebros durante las interacciones.

El Rol del Gen Shank3 en la sincronización cerebral

Uno de los aspectos más intrigantes del estudio fue la inclusión de perros con una mutación en el gen Shank3. Este gen es responsable de producir una proteína clave para la conectividad neuronal. En humanos, mutaciones en Shank3 se han vinculado con trastornos como el autismo, que afectan la capacidad de establecer conexiones sociales.

Los perros con esta mutación mostraron una menor sincronización neuronal con sus dueños durante las interacciones, lo que sugiere que su capacidad de conexión social estaba limitada. Sin embargo, los investigadores experimentaron con una solución poco convencional: administrar una dosis única de LSD, una sustancia conocida por promover la sociabilidad en humanos y ratones.

Sorprendentemente, los perros tratados con LSD mostraron una mejora en la sincronización neuronal con sus dueños. Aunque este hallazgo es fascinante, plantea serias cuestiones éticas sobre el uso de sustancias psicodélicas en animales. Los investigadores insisten en que el LSD no es una solución viable, pero su efecto en el estudio destaca la complejidad de los mecanismos cerebrales involucrados en la conexión social.

Implicaciones del estudio para la relación con nuestras mascotas

Investigación revela que nuestro cerebro se conecta con el de nuestro perro cuando lo miramos

Este estudio no solo revela la profundidad del vínculo entre humanos y perros, sino que también tiene implicaciones prácticas. Saber que la conexión emocional puede medirse en términos de actividad cerebral abre nuevas posibilidades para fortalecer las relaciones con nuestras mascotas.

Por ejemplo, los perros ya juegan roles importantes en la sociedad como animales de apoyo emocional, asistentes para personas con discapacidades y detectores de enfermedades. Comprender mejor cómo se sincronizan sus cerebros con los nuestros podría mejorar los programas de entrenamiento y aumentar su efectividad en estos roles.

Además, el hallazgo subraya la importancia de la familiaridad y la interacción regular. Mirar a tu perro a los ojos y pasar tiempo de calidad juntos no solo refuerza el vínculo emocional, sino que también establece una conexión cerebral tangible.

La próxima vez que sientas que tu perro te entiende mejor que nadie, podría haber una base científica detrás de esa sensación. En términos literales, están conectados.

Referencias:

  • Advanced Science/Disrupted Human–Dog Interbrain Neural Coupling in Autism-Associated Shank3 Mutant Dogs. Link.


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